Liberar para ser libres Si observamos con atención, en un repaso como meros observadores de nuestro pasado, y nos fijamos en los momentos en que hemos sufrido, casi siempre hay implicado un problema de apego.

Se trataba de momentos en que o bien nuestras expectativas no fueron cubiertas, o perdimos algo o a alguien que dábamos por seguro que permanecería con nosotros.

¿Te has parado a pensar cómo mejoraría tu vida, si vivieras en el presente y en el mas absoluto desapego?

¿Si pudieras soltar, y aceptar el cambio como parte de tu evolución positiva, de tu crecimiento, y de tu vida feliz?

¿Si pudieras soltar y dejar ese espacio vacío para lo nuevo y maravilloso que está por llegar, para las infinitas posibilidades?

¿Cómo crees que cambiaría tu vida con esta nueva actitud ante el cambio, ante lo que hasta ahora hemos entendido como «pérdida»?

Los apegos son algo que he trabajado desde bastante joven.. cuando me mudé a vivir a Canarias con 20 años, un año en Londres con 21, vuelta a Canarias unos años después, donde estaba cuando falleció mi madre a mis 27… y cuando decidí dejar todo para dar la vuelta al mundo en un año sabático a mis 32 años. …

La pérdida de mi madre fue lo más doloroso, no nos preparan para algo así…
Afortunadamente ahora hay mucha información disponible para poder vivir un duelo de otra manera, sin tanto sufrimiento. Con amor y gratitud.

Ahora recuerdo un ejemplo más simple, pero que también me había afectado mucho, aunque solo fuera un intensos minutos. Fue en mi año sabático de viaje por el mundo. Cuando viajas a la aventura, con tu mochila al hombro, disfrutando del presente, es muy sencillo encontrar personas en tu misma sintonía, que en seguida te abren su corazón y a las que es muy sencillo abrirles el tuyo. Por eso las conexiones cuando viajo suelen ser muy profundas en poco tiempo.

Recuerdo que llevaba viajando 2 meses por Tailandia y Laos con 3 personas maravillosas, de 2 me despedí quedando para el mes siguiente en otro lugar, y me quedé sola con una tercera, de Australia, un amigo con el que aún compartí una semana mas de trayecto, y al que, cuando se fuera, dudaba mucho me volviera a encontrar.

Cuando me tocó despedirme de él, no podía dejar de llorar, el dolor de la pérdida era terrible. Recuerdo que estaba en aquel autobús de Tailandia, con el corazón encogido y aguantando mis lágrimas, mirando hacia atrás, cuando una chica encantadora me dijo: ¡Hola! ¿Cómo te llamas? Yo voy hacia Ko Phan Gan ¿Y tú?

Me quedé mirándola como si acabara de llegar de otro planeta, pues no había sido consciente para nada de mi entorno y ni me había fijado en ella, fue como un empujón directo al momento presente, y la luz invadió mi mente con certera claridad:

En aquel momento tenía dos opciones… rechazar amablemente a la muchacha, para seguir regocijándome en mi dolor de la despedida y la pérdida, o podía sonreír y darle la bienvenida para seguir mi feliz aventura, viviendo presente, agradecida por todo lo vivido con las personas que dejaba atrás pero lista para las nuevas aventuras y personas maravillosas que me deparaba el presente y el futuro mas cercano.

Por supuesto elegí sonreír 😀  

¿Qué habrías elegido tú?

Cuando aceptamos el cambio como parte de la vida, y no lo vivimos como una pérdida o un fracaso, nuestra actitud ante ésta cambia, y cambia de tal forma, que la vida en sí se convierte en una aventura de infinitas posibilidades buenas y positivas para nosotros. Necesitamos liberar, con amor y gratitud, para ser libres.

apegoPara ello hemos de hacernos maestras en la práctica del desapego, del soltar:

* Soltar el pasado, sabiendo que no lo puedes cambiar por mucho que no te guste, aceptando lo que sucedió como parte de tu crecimiento, y sabiendo también que no va a volver, por mucho que intentes perdurarlo, es mejor enfocarse en el presente y en aquello que amas, para crearlo en tu realidad del ahora, es mejor implicarse y entregarse plenamente en este momento.

* Soltar a las personas que nos rodean, aceptando su libre albedrío y que tal vez no se queden para siempre.

Con amor, sintiéndonos agradecidos por todo lo vivido con ellas y abriendo nuestro corazón a las personas que tenemos a nuestro alrededor y las nuevas que van llegando a nuestra vida.

* Soltar las expectativas de lo que deseamos para el futuro, permitiendo que las cosas sucedan naturalmente, sin stress o preocupación, abriéndonos a las infinitas posibilidades y a que pase lo que pase, estará bien. Cuando lo hacemos, normalmente ¡lo que sucede es aún mejor a lo que habíamos imaginado!

* Soltar los apegos a nuestras emociones y sentimientos, comprendiendo que podemos elegir no sufrir.

* Soltar el apego a nuestras cosas materiales sabiendo que son sustituibles y que al soltarlas dejamos espacio a nuevas cosas mas afines a quienes somos ahora…

La lista es interminable, y se resume en una frase:

El momento presente es lo que la vida nos ofrece para ser disfrutado, para ser vivido, para aprender de él, para crecer, para transformarnos, para evolucionar y para mejorar nuestra vida. El momento presente nos permite ser libres.

Así que mejor SONREIR ahora, ¿Verdad? 😀

Me encantaría que me dejaras tus comentarios, conocer tu opinión y cómo te sientes después de leer esto.

Un abrazo del corazón,

Montse Kamala

sin apegosNOTA: Si necesitas apoyo, claridad, motivación y guía para soltar, habla conmigo. Podemos trabajar de la mano de forma segura y ausente de juicios, para que sea un proceso dulce y de crecimiento, de aprendizaje positivo y liberador para ti, que te permita vivir plenamente y feliz en este momento presente.

Puedes reservar tu sesión o pack de sesiones individuales conmigo en https://montsekamala.com/servicios.
Te honro y agradezco tu confianza.

Con Amor,
Montse

 

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